Al abordar el tema de cómo traducir a los clásicos, debemos recordar que no sólo estamos discutiendo posiciones teóricas, sino también estrategias pragmáticas que dan forma a la experiencia de individuos concretos. (J. M. Coetzee)

Mart. Epigr. 2, 51

Aunque a veces quede sólo un billete en tu bolsillo,
(y tengas los dos pesos más sobados que el ojete)
no se lo va a quedar el panadero, ni el dueño del bar,
sino alguien orgulloso de calzar tremenda pija.
Tu pobre pancita, Hilo, envidia las comilonas del culo:
él meta tragar... y ella, miserable, siempre con hambre.
  
unus saepe tibi tota denarius arca
cum sit et hic culo tritior, Hylle, tuo,
non tamen hunc pistor, non auferet hunc tibi copo,
sed si quis nimio pene superbus erit.
infelix uenter spectat conuiuia culi,
et semper miser hic esurit, ille uorat.

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